UN CARACOL EN CHINA

Después de dos días de nervios y organización empieza el viaje. 

Creo que este es el viaje que mas orden que llevo con diferencia.
Al final ropa llevo muy poco, por ejemplos pantalones solo tres, así que luego tocara lavar.

Esta mañana madrugué y tras el cierre de maletas he ordenado la casa.

A las doce y media me recogió mi padre para coger el bus hacia Madrid.
El autobús un Setra de la compañía ALSA aun que por fuera parecía viejo por dentro es espacioso, pero bueno el vecino de el otro lado del pasillo tiene la musica tan alta que no necesito cascos. 

Nos han puesto la peli de Los Tres Mosqueteros que como no la había visto me ha enganchado rápido. Tras la media hora de parada en Lerma y el descanso quiero comentar los precios en estos sitios supera el atraco a mano armada: una coca cola y un Burn, el Red Bull de la marca Coca Cola, me han costado 4.45€.

El bus tiene WiFi algo que es de agradecer, pero echo en falta enchufes, la tableta esta a media carga y uno de los móviles ya está sin batería, así que nada más llegar a Barajas tendré que recargar todo.

Hemos llegado a Madrid puntuales y después de ver que llevaba todo he salido disparado al metro.
A las siete estaba en la T4 de Barajas.
El mostrador de Emirates esta al final del todo.
Allí he ido a ver lo del hotel de Dubai, sin fortuna, tengo que esperar a llegar así que me he ido al Cheking.

Yo me esperaba un vuelo sin mucha gente y tranquilo, cual ha sido mi sorpresa al ver una cola interminable y tras 35 minutos de Cheking todo ha ido bien.

Después de pasar el arco sin problemas he tenido que bajar y coger un tren para ir a la T4, es un edificio externo e implica coger un tren sin conductor y que va a toda velocidad.

Una hora antes de la hora de embarque ya estaba en la zona.
Allí después de unas llamadas me he puesto a buscar un enchufe puesto que ya las baterías de tablet y móviles escaseaban y al final en una zona con televisión lo he encontrado.

El embarque a sido una locura con orden, salía gente por todos lados y yo fiel a mi costumbre he esperado pacientemente, entre los últimos.

Luego os sigo contando.